
Foto: Vista aérea del Eje Central de Beijing, por Ma Wenxiao
El 27 de julio se cumple el primer aniversario de la exitosa inscripción del Eje Central de Beijing en la Lista del Patrimonio Mundial. En este tiempo, los 7,8 kilómetros de esta “columna vertebral de la antigua capital” han rebosado vitalidad, convirtiéndose en una auténtica carta de presentación dorada para la ciudad.
Tras su reconocimiento patrimonial, el Eje Central no solo se ha convertido en un hito cultural que atrae a visitantes nacionales e internacionales, sino también en un escenario clave para intercambios amistosos internacionales y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones. El 10 de abril de 2025, Beijing anunció los primeros 17 espacios designados como “salones de encuentro” del Foro Cultural de Beijing, de los cuales 10 se encuentran en la zona patrimonial del eje y su área de protección. Entre ellos se incluyen el Templo Ancestral Imperial, el Templo del Cielo, las Torres de la Campana y el Tambor, el Palacio Qingcheng del Altar Xiannong, y el Museo Cultural del Eje Central. Por ejemplo, el Altar Xiannong —el mayor recinto imperial dedicado al culto de las deidades agrícolas aún conservado— se ha transformado en el “Salón de Beijing para la Gobernanza Global”, y ha recibido a diplomáticos y emisarios culturales de más de 50 países, así como a más de 270 operadores turísticos de más de 40 países y regiones.
El Eje Central, con más de 700 años de historia, se integra en la vida cotidiana de la gente con su profunda connotación histórica y nueva vitalidad . Desde visitas turísticas y experiencias culturales, hasta llevarse a casa productos creativos como imanes inspirados en coronas imperiales o artesonados celestiales, la historia antigua y la vida moderna conviven armoniosamente. También puedes subir a alguna de las más de 30 terrazas ubicadas a lo largo del eje para tomar té, café, disfrutar de la gastronomía, ver teatro, escuchar conciertos o incluso jugar al tenis. Entre ellas destacan la terraza del número 33 de la calle Gulou Oeste, la del número 20 de la calle Zhaofu, la del Edificio Longfu o la del mercado de Hongqiao, desde donde se puede contemplar la belleza renovada del casco antiguo, ya sea de cerca o en la distancia.
“Recorrer el Eje Central en la nube” se ha convertido en una opción atractiva. El proyecto “Eje Central Digital”, pionero en la digitalización del patrimonio cultural urbano, utiliza tecnologías avanzadas como escaneo de alta definición, modelado 3D, juegos en la nube e interacción inmersiva para recrear fielmente los 7,8 kilómetros del núcleo patrimonial del eje, incluyendo 300.000 plantas y 2,2 millones de edificaciones. Su producto insignia, “Eje Central Digital – Pequeño Universo”, es la primera experiencia inmersiva digital a gran escala de un paisaje histórico urbano en el mundo. Este ecosistema digital incluye el miniprograma “Eje Central en la Nube”, el sitio web oficial “Beijing Eje Central”, y exposiciones inmersivas físicas en 15 sitios patrimoniales del eje que también han sido llevadas al extranjero. Hasta ahora, el miniprograma “Eje Central en la Nube” ha acumulado más de 9 millones de visitas y cerca de un millón de usuarios registrados.
Por supuesto, también puedes experimentar el Eje Central de forma presencial. Diez rutas culturales han sido diseñadas para distintos intereses: desde la Ciudad Prohibida hasta Yongdingmen y Wangfujing; desde la Torre del Tambor y la calle Guijie, hasta el Templo del Cielo y Sanlihe. Estas rutas conectan museos, centros de arte, barrios emblemáticos y tiendas tradicionales con patrimonio inmaterial a lo largo del eje, e incorporan recorridos a pie, en trote suave o en bicicleta. Por primera vez, también se ofrece una experiencia en autobús temático por el Eje Central. Cada ruta incluye guías profesionales y actividades experienciales únicas.
Fuente: Beijing Daily, Beijing Evening News, Oficina de Asuntos Exteriores del Gobierno del Pueblo del Municipio de Beijing, Buró Municipal de Economía y Tecnología de la Información de Beijing