Moshiku, en el oeste de Beijing, es un antiguo camino milenario que conecta la capital con las regiones más allá de la Gran Muralla. Hoy en día, se ha convertido en un destino popular que fusiona experiencia cultural y turismo de ocio.
Durante el Año Nuevo Chino, sigamos la cámara de Nathalie, una amiga belga, a sumergirnos en el ambiente festivo: patios de ladrillo azul y teja gris, puertas adornadas con coplas rojas de primavera y majestuosos dioses guardianes; el adorable "Señor Conejo", el sonriente dios de la riqueza; el vibrante mercado de Año Nuevo y el deslumbrante paisaje nocturno… Todo es tan cautivador que resulta imposible no dejarse atrapar.
Los imponentes dioses guardianes de las puertas
Fotografía: Nathalie (Bélgica)
El adorable "Señor Conejo"
Fotografía: Nathalie (Bélgica)
El dios de la riqueza, con su amable sonrisa
Fotografía: Nathalie (Bélgica)
Mercado de Año Nuevo
Fotografía: Nathalie (Bélgica)
Luces festivas
Fotografía: Nathalie (Bélgica)
Paisaje nocturno
Fotografía: Nathalie (Bélgica)