Krishna Prasad Oli, embajador de Nepal en China, visitó Beijing por primera vez en 2012. Antes de llegar, ya intuía que sería “una ciudad muy especial”. Tras asumir su cargo diplomático en 2024, Oli pudo constatar los profundos cambios de la capital: una mejora notable en la calidad del aire y un reverdecimiento urbano que, en sus palabras, convierten a Beijing en "una ciudad vibrante".