Las autoridades de Beijing emitieron recientemente una directriz de prueba para la protección y utilización de más de 1.000 edificios históricos en la capital.
De 2019 a 2021, la ciudad publicó una lista de un total de 1.056 edificios históricos en tres lotes. Estos edificios, que abarcan unos 700 años, se extienden por once distritos dentro del casco urbano. Con diversas funciones y estilos arquitectónicos, constituyen una parte importante del rico patrimonio histórico y cultural de la municipalidad.
De acuerdo con la directriz, los edificios históricos se dividen en cinco categorías, a saber, mantenimiento diario, mantenimiento y reparación, reconstrucción in situ, reubicación y demolición, en función de los diferentes niveles de intervención en el proceso de protección y utilización. La medida tiene como objetivo evitar daños a las estructuras durante la reparación y reconstrucción.
También se adoptarán medidas de protección específicas con respecto a las diferentes condiciones de las edificaciones.
Las autoridades distinguirán entre los aspectos de conservación y renovación de cada edificio histórico a fin de evitar la aplicación de medidas generalizadas y garantizar una mejor revitalización y utilización de los edificios.
Además, el documento exige que se proteja en la mayor medida posible la originalidad de los edificios históricos durante su mantenimiento, reparación y reconstrucción in situ.
Las partes valiosas de los edificios deben repararse y reconstruirse utilizando las mismas materias primas y la artesanía original y en su estado original. Para las partes que requieran actualizaciones, la directriz establece que se pueden utilizar nuevos materiales, así como nuevas tecnologías y técnicas de diseño modernas, pero éstas deberán alinearse con las características históricas de las unidades a intervenir.